De la lista de futbolistas que Ricardo Zielinski le acercó a la directiva de Atlético después de la derrota con River en la final de la Copa Argentina, una de sus prioridades era sumar un delantero, a Javier Toledo. El nacido en Marcos Juárez, Córdoba, era uno de los artilleros que el técnico le había pedido a la CD tras superar un semestre de goles prácticamente sostenido por Luis Rodríguez, dueño de 11 de las 27 conquistas que marcó el “Decano”, contando incluso un tanto de los salientes Bruno Bianchi y Fernando Zampedri, ante Oriente Petrolero, por la Sudamericana. O sea, de no haber sido por “Pulguita”...
Ante el no avance de las negociaciones sobre fines de 2017 por Hernán Barcos, que decidió quedarse en Ecuador, Zielinski insistió por Toledo, el hombre que durante la temporada 2008/9 marcó 15 goles y ayudó a Chacarita a volver al fútbol de Primera, justo en el año que subió también el “Decano” (fue campeón) con un “Pulguita” infalible (20 tantos).
Las dos caras de Leandro Díaz, el goleador que Atlético buscaba
Se llegó a la instancia en que el punta había dado el sí, pero la operación no avanzaba. El problema era que Sol de América, donde el “Oso” tuvo un gran semestre con nueve gritos en 17 juegos, no tenía intención de desprenderse de uno de sus futbolistas más representativos. Atlético encaraba un nuevo desafío, ante la imposibilidad de Toledo de rescindir vínculo.
“Nunca dejamos de negociar por él, incluso cuando estaba todo dicho por el ‘no’”, comentan desde el Monumental, horas antes de haber hecho su “golazo”.
Golazo, porque Toledo ya es jugador de Atlético. Lo es desde el miércoles, cuando firmó, vía escáner, un contrato por tres años y medio. Anoche, justo antes del cierre de la mesa de entrada de calle Viamonte, los emisarios “decanos” presentaron a su nuevo jugador en la AFA. Todo en orden. A festejar.
¿Qué esperar?
Si bien Zielinski presentó en el último tiempo un Atlético movedizo de mitad de cancha hacia adelante, con la llegada de Toledo el sistema de rotación de los jugadores durante los partidos va a cambiar.
El “Oso” mide 1,90 metros, pesa casi 90 kilos y sus puntos altos son el juego aéreo y hacer las veces de pivot jugando de espaldas al arco contrario, pero cerca de él. No es un tipo veloz que pueda hacer un ida y vuelta constante. En cierta forma, juega parecido a Ismael Blanco, aunque este último tiende a descender unos metros más en la cancha, algo que Toledo no hará. Perdería poder de fuego.
Hijo de Arturo (albañil) y Rosa, y quinto entre ocho hermanos, el centrodelantero viene con las pilas renovadas a Tucumán, aseguran desde la CD. “El desafío de volver a jugar la Copa Libertadores fue importante para él”, sostienen. Zielinski, chocho. A “su” Atlético viene el goleador que alguna vez lo convirtió en el DT más feliz del mundo.